
En octubre del 2019 visité Turquía, después de visitar muchas ciudades; le tocó el turno a Estambul. El 15 de octubre estaba en el itinerario el bazar de las especias, lugar donde conocí al chico más dulce y hermoso del mundo. Luego de quedar enamoradísimos en unos segundos, quedamos en salir la noche siguiente. Tuve la mejor cita jamás imaginada. Pensé que ahí quedaría todo, como un maravilloso recuerdo.
Al pasar los meses, ya yo en mi país, Mohammad seguía escribiendome e incluso hacíamos videollamadas. Así fue como al pasar los meses, decidí que necesitaba verle una vez más. En medio de la pandemia y con toda la incertidumbre que se vivía en septiembre del 2020, me dije: ¡Es ahora o nunca, te puedes morir en tu barrio o en Turquía! ¡Tienes que hacerlo!. Y así fue como terminé viajando 3 días para poder llegar a Turquía. No podía creer que lo tenía frente a mi una vez más.
Tenía pasajes para París, Madrid y Nueva York. Y mientras pasaban los meses; uno a uno me los fueron cancelando. Así que mi estadía en Turquia se seguía alargando y mi amor por él creciendo.
Mohammad lo planificó todo y me pidió ser su esposa, hicimos todo el proceso y nos casamos. Fue un revuelo en Turquía y las noticias fueron a nuestra boda e hicieron un reportaje de nuestra historia de amor, las redes se alborotaron y la televisión de Puerto Rico se comunicó con nosotros para hacernos una entrevista.
Después de 10 días de casada, mi pasaporte no me permitía estar más en Turquía; mi tiempo se había acabado...
Así fue cómo regresé a casa con el alma rota y el corazón lleno de esperanzas. Las videollamadas se hicieron nuestras aliadas nuevamente. Los reencuentros en los aeropuertos ahora son más seguidos y cada uno más especial al anterior. Esperamos pronto poder estar juntitos en mi isla hermosa y poder compartir todo lo bonito de mi Puerto Rico con mi árabe favorito.
"Dos culturas unidas por un gran amor".